Las Imprescindibles.
21 de mayo del 2009, Valparaíso, discurso de
21 de mayo del 2009, Valdivia, día gris, frío y lluvioso. Cuando niño me encantaba la lluvia, hacía lo que la mayoría de mi edad hacía... miraba por la ventana a jugar con las gotitas que caían, formando verdaderos caminos y competencia entre distintas gotas. Y a fuera, esa lluvia que a ratos chocaba tan fuerte con el pavimento, daba la impresión de los dichos de mi abuelito... "está lloviendo a la antigua... de abajo para arriba"
Para bien o para mal, desde hace ya un buen tiempo, la lluvia en Valdivia me produce sentimientos encontrados. Y creo que la mayoría puede compartir dicha sensación. Por un lado, quienes nos aburrimos de ese sol veraniego fuerte, encandilante y abrazante, esperamos el paso de los días para situarnos en Marzo o abril, o septiembre u octubre. Pues no hay sensación más rica y agradable que caminar por valdivia con frío y sentir que vivimos al sur del mundo. Por otro lado... mayo-junio-julio son meses caóticos, especialmente en nuestra ciudad. Llueve, llueve y recontrallueve.
Y hoy es un día de esos, feriado, gris, frío y lluvioso. Y un pensamiento nos agobia y nos persigue... no es confundir la culpa con la culpabilidad... en nuestras casas se siente la lluvia, quizás no tanto el frío... pero pensar que a 20 o 30 minutos nuestras apacibles casas, el canal que recorre y une el campamento “Vientos del Sur” hasta los girasoles se encuentra a centímetros del desborde... y que no solo se desbordará agua solamente... que en Valdivia, la ciudad saludable, la ciudad de la semana en febrero y del concurso de belleza mas antiguo del país, existen familias que requieren de un nylon extra para capear la lluvia de este día... que ese ripio se convierte en barro y que el pasto termina siendo un pantano... o que en el sector de “La estrella” pegue tan fuerte la lluvia que no sea posible ni siquiera conversar tranquilamente… o en los “Girasoles” y cuantos mas sectores que todos conocemos.
Este año mas que nunca debemos trabajar para cambiar eso, pues lo que no hagamos ahora, no lo haremos nunca... ¿donde radica nuestra esperanza?.... en nuestras socias, nuestras dirigentas o como le decimos con cariño: "nuestras viejas"... ellas... las IMPRESCINDIBLES.
Siguiendo a Berlot Brecht: "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles". Ellas obviamente.
Pues son ellas, dirigentas de los comités y campamento quienes, además de preocuparse por su familia, por sus maridos y sus hijos, correrán a ayudar a su gente, a sus vecinos... corriendo por el carbón para secar la casa... peleando con el político aprovechador que solo aparece para estos acontecimientos. También están las imprescindibles que si bien no viven en un campamento, luchan día a día para su vivienda y dejar de ser allegados. Luchan por su espació propio. Ellas también corren a ayudar... pero en un hogar ajeno, del cual no se sienten parte muchas veces.
Ellas, las imprescindibles... solo dos ejemplos más... en alguna actividad les pedimos que expresaran en un cuadrito de 20 x
Es de esperar que los futuros inviernos, estas situaciones no sean más que historias dignas de ser recordadas junto a una sopaipilla y un mate… ello depende de todos nosotros, de la sociedad. Solamente a partir de ese momento, podremos disfrutar de la lluvia.
Gustavo Fuentes Gajardo
Coordinador Plan Jurídico
Área de Habilitación Social
Un Techo para Chile
Región de los Ríos