Misissipi, Región de los Rios, Chile.

Missisipi es una caleta de pescadores ubicada frente a la caleta Mehuín. Dicho sector, en su mayoría, está habitado por familias que viven de la pesca donde gran parte de ellas tienen ascendencias lafkenches. La empresa Celco S.A. (Celulosa Arauco ubicada en San Jose de la Mariquina) tiene plazo hasta el año 2009 para dar una solución en cuanto a la descarga de sus desechos, y es justamente este tema, el llamado "Ducto al Mar", lo que ha traído problemas y conflictos principalmente dentro de las comunidades que habitan dicho sector.

Recordemos que el origen de todo esto es la contruccion y puesta en marcha de la Celulosa -aprobada en el gobierno de Frei donde es él mismo presidente que participa en la puesta de la primera piedra sin aún existir la aprobacion del Estudio de Impacto Ambiental respectivo- lo que trajo como consecuencia un conflicto ambiental al afectar el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, humedal que ya con anterioridad había sido declarado sitio Ramsar, constituyendo patrimonio de la humanidad.

Dicho conflicto ambiental generó a su vez, un conflicto laboral, al verse los trabajadores directos e indirectos posiblemente afectados frente a un eventual cierre de la planta (que por supuesto no ocurrió) los cuales se enfrentaron a quienes defendían la ciudad, el santuario y el medio ambiente.

La participación ciudadana organizada dió muestra de estar viva al dejar de lado pensamientos politicos y situaciones socioeconómicas en pos de una causa que, entre los años 2004 y 2005, vió frutos e injusticias con el pasar del tiempo.

Cuento corto, se ganó un Recurso de Protección en la Corte de Apelaciones de Valdivia a favor por estár afectando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminacion, entre otros derechos, y se perdió dicho recurso en la apelación ante la Corte Suprema, donde los jueces del maximo tribunal de justicia del país c0ncluyerón que no existía ninguna relación de causa-efecto entre la contaminación del rio el santuario con el funcionamiento de la planta.

Esta tremenda historia se encuentra documentada en el material audiovisual "CIUDAD DE PAPEL" (2007) de Claudia Garrido y Jorge Sepulveda. Totalmente recomendable. Los trailler del documental pueden encontrarlos aquí:
http://www.accionporloscisnes.org/index.php?option=com_content&task=view&id=74&Itemid=43

¿Y TODO ESTO PORQUÉ? Bueno, es sencillo. El tema no ha acabado porque de un problema ambiental, ha derivado a un problema social de indole indigena, pues en las caletas de missisipi y mehuín, durante estas últimas semanas, se ha estado librando una "verdadera guerral por el mar", donde comunidades lafkenches que han convivido toda una vida, hoy día se encuentran divididos pues, por un lado tenemos a un grupo de pescadores que defienden el mar y se oponen al Ducto de Celco, y por otro lado tenemos a pescadores que habiendo llegado a un acuerdo entre privados con Arauco S.A. han recibido dinero para colaborar tanto en los estudios como en la puesta en marcha de la instalación del ducto. Este conflicto ha sido documentado en dos videos totalmente recomendables para entender dicho conflicto.

El primero de ellos es una crónica de TVN de 10 minutos y el segundo es un microdocumental reciente desde una perspectiva de los protagonistas.

Por que no debemos ser indiferentes frente a problemas que ocurren a escasos kilometros de nuestra ciudad y esperando que esto sea un medio que logré debate en sus nucleos.

Personalmente, me rehuso a la división de comunidades, me rehuso al crecimiento económico sin consideración alguna con el medio ambiente y sus recursos naturales, y por sobre todo, me rehuso al desconocimiento de la diginidad humana de las personas. Tanto con los actos como con la indiferencia.


Gustavo Fuentes Gajardo




Abrazando Energía

Creo que todo esta hecho de forma tan perfecta que el simple caminar y darse cuenta de lo que nos rodea especialmente la naturaleza, particularmente me energiza. Por eso siento que a veces es necesario escaparse de la ciudad, respirar nuevos aire, nuevas latitudes para así absorver energía para cuando estemos más encerrados en esta urbe tan agetreada e impersonal.
Por eso los invito a abrazar un árbol y probar que se siente... detenerse, respirar hondo y seguir caminando...



Escrito por Tatiana Carrera, amiga personal.

http://taticolores.spaces.live.com/

Chile, China y el Multiculturalismo


Chile, China y el Multiculturalismo

El día lunes 15 de abril la Presidenta Bachelet, en el marco de su gira por China, entregó una señal de apoyo a dicho gobierno, al expresar que el Estado de Chile "se adhiere firmemente a la política de una sola china”, respetando la soberanía e integridad territorial, reconociendo que Taiwán y Tíbet son parte integrante de dicho país.

Estas declaraciones dejan clara la postura del gobierno chileno en relación a la cuestionada situación interna de China frente a la evidente violación de derechos humanos, en particular, los problemas de violencia en el Tíbet.

Esto, evidentemente se contrasta con el anuncio efectuado hace unos días en nuestro país con respecto a los avances y nuevas definiciones de la política Indígena que, con el lema “Re-conocer: Pacto social por la multiculturalidad”, busca asumir un compromiso de Estado frente a los acuerdos alcanzados durante los últimos años, en particular, con la futura ratificación (esperemos sin “declaración interpretativa” alguna que restringa el alcance jurídico original) del Convenio 169 de la OIT sobre “Pueblos indígenas y Tribales en países independientes”. Es indudable que una de las grandes falencias de los gobiernos de la concertación ha sido la manera de abordar el tema indígena, esto evidenciado últimamente por huelgas de hambre y la reciente muerte de Matías Catrileo.

Son estos dos contrastes -el apoyo a las políticas practicadas por el gobierno Chino versus el anuncio interno de multiculturalidad en Chile- los cuales evidencian una posición poco clara del Estado chileno a la hora de asumir responsabilidades dentro como fuera de nuestro país. Contrastes que, aunque suene ilógico, se asemejan y se confunden.

Por un lado, en relación con el reconocimiento del multiculturalismo, existe un proyecto de reforma constitucional presentado por el ejecutivo el 23 de noviembre del 2007, proyecto el cual agrega un nuevo inciso al articulo 3° de nuestra Carta Fundamental, señalando que “La nación chilena es multicultural”. Además se agrega que “el Estado reconoce, tanto la existencia de los pueblos indígenas que habitan el territorio, como el derecho de los pueblos, comunidades y personas indígenas a conservar, desarrollar y fortalecer su identidad, idiomas, instituciones y tradiciones sociales y culturales”.

Pareciera que la política del ejecutivo es justamente mantener la unidad de la nación, reconociendo la diversidad cultural de la misma. Y digo “pareciera”, pues se produce una contradicción entre los conceptos de Estado-Nación y Multiculturalidad, lo que trae como consecuencia inevitable, querámoslo o no, ya sea de forma conciente por un desear político o de forma inconciente por un desconocimiento, la asimilación de las culturas indígenas al grupo dominante criado bajo el alero de un Estado-Nación. ¿Qué es lo que quiere realmente el gobierno? O de otra forma ¿Acaso tiene claro lo que quiere?

A pesar de ello, supongamos que el verdadero fin de todo esto, es el efectivo reconocimiento al multiculturalismo a fin de cumplir con las tres implicancias que conllevan a ser un Estado Multicultural[1] ( Repudio a la idea que el Estado es propiedad de un solo grupo nacional; repudio a las políticas de construcción de una nación tendientes a asimilar o excluir a miembros de minorías o grupos no dominantes y el reconocimiento de la injusticia inferida a los grupos minoritarios o no dominantes a través de políticas de exclusión o asimilación ofreciendo algún resarcimiento). Entonces, pareciera incoherente y por tanto inconsecuente que nuestra Jefa de Estado avale actos que vayan en contra de los principios que se pretenden aplicar en nuestro ordenamiento jurídico. Pues, el reconocimiento de “una sola China” como un Estado-Nación unitario y homogéneo –antítesis de un Estado multicultural como bien señala Will Kymlicka- demuestra la clásica política de asimilación forzada del grupo dominante, y en este caso particular, China sobre el Tibet.

La “teoría de la modernización” –siguiendo a Stavenhagen[2]- nos indica que los países para alcanzar el bienestar económico cambian sus instituciones y valores tradicionales para adecuarse al modelo occidental, siendo la situación en China, con las evidentes violaciones a los Derechos Humanos, un clarísimo ejemplo de ello. Y al parecer nuestro país se encuentra caminando por le mismo sendero.

Es de esperar que el “apoyo diplomático” expresado por nuestra Jefa de Estado haya sido solo un “lapsus” y no se vuelva a repetir, pues es clara evidencia de un doble discurso, el cual podría traer como consecuencia el desmedro de las nuevas políticas indígenas que se pretende llevar el a cabo en este “segundo tiempo de su gobierno”, quedando dichas políticas expresadas como simples declaraciones de buena voluntad, pero que en la practica serán imposibles de llevar a cabo.

No cabe mas que concluir, que la actitud presentada por nuestra Mandataria se debe a la necesidad imperiosa de tener “buenas relaciones” con una potencia que tiene un crecimiento de un 9% (EEUU, Japón y Unión Europea no superan el 1,5%) siendo la segunda economía mundial con el 11% del PIB (EEUU representa el 21%, mientras que Chile el 0,3% del PIB mundial) y como señala Alfredo Ovalle, presidente del CPC, para una adecuada inserción internacional de Chile, la alianza con China aparece como un elemento central. Todo esto en menoscabo -citando nuevamente a Stavenhagen- de la lealtad al pueblo y la comunidad tribal y religiosa y a su grupo étnico. Y para que mencionar los principios, directrices, políticas y compromisos olvidados en pos de seguir creciendo económicamente.

Por todo lo anteriormente señalado, es cuestionable la posición chilena de apoyo a este gigante económico, situación solo comparable con el estudiante que evita entrar en conflicto con el profesor por miedo de salir reprobado en el examen de final de año.


Gustavo Fuentes Gajardo
Abril 2008.

Artículo publicado en: http://www.valdivianoticias.cl/info.asp?Ob=1&Id=18254



[1] Kymlicka, Will, Multiculturalismo, Dialogo Político 2, 2007, pp 13-14.
[2] Stavenhagen, Rodolfo, La Cuestión étnica, El Colegio de México, DF., 2001, p. 31.

ni lo uno ni lo otro


Ni lo uno, ni lo otro. Lo único claro... que seguimos pensando que lo mejor es lo que salga a menor costo económico, pues los privados solo piensan en dinero y no están dispuestos a invertir (o dejar de ganar) un poco mas en soluciones que generen menor impacto y consecuente daño ambiental. El tema ambiental no tiene agenda ni perro que le ladre.

10 mitos de las Centrales Hidroeléctricas


1.- Son Limpias No. En el pasado se creía que las hidroeléctricas eran una solución limpia para proveernos de electricidad. Hoy se sabe que las centrales hidroeléctricas de embalse emiten, unas diez veces más de metano y CO2 que cualquier central termoeléctrica, debido a la putrefacción de bosque y del subsuelo inundados, acelerando así de sobremanera el efecto invernadero. A esta situación hay que sumar la falta de esta vegetación en la captacion de CO2 y producción de oxígeno.


2.- Son renovables La renovabilidad de las centrales hidroeléctricas de embalse no es ilimitada. Cada represa requiere de una evaluación de su vida útil, ya que ésta depende de factores como el estancamiento de sedimentos que, a lo largo del tiempo, disminuyen el volumen de agua y con ello el volumen de generación. Además, el caudal de los ríos en el sur de Chile, ha sufrido en los últimos 20 años una fuerte tendencia a la baja (30%), hecho que se le atribuye al cambio climático.


3. Son sustentables y solucionan definitivamente el problema del abastecimiento No. Endesa calcula, para las centrales hidroeléctricas un promedio de vida útil de 50 años, lo que queda después, es un pozo de arena. En consecuencia, pagamos con nuestro aire, suelo, bosque y agua y con ello también con nuestros intereses económicos (turismo, agricultura) el retardo, estimado en 50 años, para aplicar las tecnologías que podríamos perfectamente implementar desde ya. No es necesario destruir nuestro sustento como seres parte de este gran ecosistema y por ello dependientes de nuestro medio ambiente, tampoco es preciso destruir a nuestro sustento económico y sin quitarle su propiedad a miles de de personas afectadas por este megaproyecto.


Además, este tipo de proyectos constituyen un anacronismo total frente a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Energía que recomienda diversificar la matriz y proveedores de energía y darle preferencia a las energías renovables. Si revisamos el balance del año 2007 del Ministro de Energía Marcelo Tokman, vemos inmediatamente el grave problema que conlleva la energía hidroeléctrica: nos deja muy vulnerables frente a tiempos de sequía, más aún si consideramos que la tendencia general va hacia una disminución del caudal de nuestros ríos. Invertir en hidroeléctrica significa agravar el problema existente haciéndonos más vulnerables hacia la sequía y más dependientes de dos proveedores instaurando un casi-monopolio.


4.- Son indispensables para el desarrollo No. Hoy existen otras formas de generar la energía requerida con mucho menos impacto y además agravan nuestra dependencia del factor climático. Incluso hay que decir que las centrales hidroeléctricas impiden el desarrollo del turismo enfocado en el turismo de naturaleza, de la agricultura y ganadería, obligando a miles de personas a abandonar sus campos y de la pesca por la destrucción de la calidad del agua (temperatura, oxigenación y sobresaturación).


5.- Son baratas Aquí la gran pregunta es para quién. Son baratas para las empresas que las construyen y operan, porque nadie las obliga a responder por los costos generados por sus impactos. Las personas no se encuentran protegidos y se pierden miles de puestos de trabajo relacionados con el turismo, agricultura, ganadería, acuicultura. El estado pierde las contribuciones en patentes e impuestos de estas actividades económicas, mientras que los dividendos de las hidroeléctricas y transmisoras de energía se van, en su gran mayoría, al extranjero. Nuestra experiencia nos enseña además que los bajos costos de producción ni siquiera se reflejan en el precio de mercado de la energía eléctrica.


6.- Dan trabajo a la gente No. Tomando la experiencia no tan lejana de la central hidroeléctrica de Canutillar (Lago Chapo), se puede decir en resumidas cuentas que aumentaron los puestos de trabajo solamente durante la fase de construcción de la central y para la gente del sector solamente en labores básicas. Después de la construcción no quedaron ni siquiera estos puestos de trabajo. Incluso es muy poco probable que estos proyectos destruyan puestos de trabajo en turismo. En Aysén, por ejemplo, bajaron las reservas para esta temporada tan sólo con el rumor de que las represas eran cosa decidida.


7.- No hay otra opción Si. Afortunadamente hay una serie de otras opciones, aunque en un país tan sísmico como Chile quisiéramos excluir la energía nuclear. Si en la actualidad la minería, especialmente la del cobre que al mismo tiempo es el consumidor número uno, producen grandes excedentes, ahora es el tiempo de invertir en energías renovables en las que Chile es tan rico: eólica, mareomotriz, minicentrales de pasada, geotermia, nuevas tecnologías en energía solar, etc.


8.- No me incumbe Aunque no sea propietario u ocupante de un terreno afectado por los embalses o por la tala rasa de los troncales, estos proyectos sí afectan a todos en lo económico porque el turismo genera ingresos para todo el país y también nuestra calidad de vida porque nuestros ríos son verdaderas arterias de vida que juegan un papel importante en el desarrollo del clima. Como partes de nuestro medio ambiente, obviamente nos afectamos automáticamente por la destrucción de su suelo, agua y aire.


9.- Ya es tarde para evitar que se construyan. No es tarde. Hasta el momento no están ni siquiera los estudios de impacto ambiental aprobados. Y si ellos no son un mero trámite, estos proyectos con su tremendo impacto en el medio ambiente, la cultura y la sociedad no pueden ser aprobados.


10.- Nosotros no podemos hacer nada. Al contrario: nosotros somos los que tenemos que hacer algo! Para rechazar estos proyecto necesitamos nada más ni nada menos que la presión de la ciudadanía y esto somos todos nosotros. Si deseamos preservar nuestro ambiente, nuestras fuentes de ingresos y todas nuestras proyecciones, tenemos que decir No a las Represas !!!!!


En resumidas cuentas nos quieren vender gato por liebre: las hidroeléctricas son una opción que le hace un grave daño económico, ambiental y social. Hay mejores opciones y recursos para evitar tanto las represas en nuestro sur de Chile como también la troncal (tendido electrico). No se dejen engañar, manifiéstense contra los mega proyectos hidroeléctricos en Chile.